top of page

No es que no quiera: es que no puede (todavía...)

  • Foto del escritor: Valentina Robles
    Valentina Robles
  • 6 jun
  • 2 Min. de lectura



Niña feliz
Pedir Ayuda no es rendirse

Por eso, pedir ayuda no es rendirse. Es asumir con valentía que no puedes ni tienes por qué hacerlo todo a solas. Es el primer paso hacia una crianza más informada, más amorosa y —sobre todo— más acompañada.


🔹 1. La frase que lo cambia todo:

“No es que no quiera portarse bien, concentrarse, hacer los deberes o socializar. Es que todavía no puede… y necesita ayuda para aprender cómo.”

Muchas veces los adultos interpretamos mal el comportamiento infantil y lo etiquetamos como “desobediencia”, “capricho” o “mala educación”.


🔹 2. Cuando el cerebro aún está aprendiendo


El cerebro infantil está en pleno desarrollo, especialmente en áreas como la atención, el lenguaje, la regulación emocional y las habilidades sociales.


Por eso, muchos comportamientos que a veces parecen “malos” son en realidad señales de que aún están aprendiendo. En niños con TDAH, TEA, dislexia o altas capacidades, este desarrollo sigue caminos distintos, no incorrectos. Entenderlo es clave para acompañar con paciencia y darles el apoyo profesional que realmente necesitan.


🔹 3. Lo que se ve vs. lo que realmente pasa


Ejemplos muy identificables:

  • Niño con dislexia que evita leer → "es vago"

  • Niño con TEA que evita contacto → "es maleducado"

  • Niño con TDAH que interrumpe → "no respeta normas"


Lo que necesita no es más castigo, sino más comprensión y recursos adecuados.


🔹 4. ¿Y los padres? También están aprendiendo


Muchas veces, toda la atención se centra en el niño: en lo que necesita, en lo que debe mejorar, en lo que está fallando. Pero pocas veces se habla de lo que atraviesan los padres.

Es fácil olvidar que tú también estás aprendiendo. Que no naciste sabiendo cómo acompañar una dislexia, un trastorno del lenguaje, un comportamiento desafiante o una emoción desbordada.


Por eso, es fácil olvidar que tú también estás aprendiendo. Que no naciste sabiendo cómo acompañar una dislexia, un trastorno del lenguaje, un comportamiento desafiante o una emoción desbordada.


Por eso, pedir ayuda no es rendirse. Es asumir con valentía que no puedes ni tienes por qué hacerlo todo a solas. Es el primer paso hacia una crianza más informada, más amorosa y —sobre todo— más acompañada.. Es asumir con valentía que no puedes ni tienes por qué hacerlo todo a solas. Es el primer paso hacia una crianza más informada, más amorosa y —sobre todo— más acompañada.


🔹 5. ¿Qué podemos hacer?


✔️ Observar sin juzgar

✔️ Validar sus emociones

✔️ Buscar acompañamiento profesional si algo no encaja

✔️ Compartir estos mensajes para que más familias se sientan acompañadas

“Los niños no se portan mal. Los niños se sienten mal.”


En Coco y Mente ayudamos a las familias a encontrar psicólogos infantiles, logopedas y profesionales que acompañan desde la empatía y la evidencia.




Comments


bottom of page